lunes, 29 de noviembre de 2010

Fluye



El dijo “es literatura, no tiene que tener un por qué“. Ella no entendió y siguió pensando.
Pasan las hojas llenas de preguntas y nada se detiene nunca. Ella dice “no puedo leer“ y no encuentra los motivos. Porque todavía no entiende que no hay razones coherentes.
Es literatura, piensa. Y cree que nadie lo siente así. Pero sin embargo hay libros. Hay cuentos de hadas, historias sin tiempo, hay fantasmas. Hay olas que rompen contra la nada, hay nubes que caen, fronteras oscuras cubiertas de polvo y telarañas viejas, hay cuadros preciosos.
Nadie los entiende, pero son y existen. Pero alguien busca las explicaciones, y no las encuentra. Eso no le importa. No le importa nada. Es literatura, solamente eso, simplemente el mundo, un lugar distinto, lejano, temible, divino, fantástico, oculto, perdido, pero siempre eterno.
Es literatura, y con eso todo cobra otro sentido.